Las varices son venas dañadas y que funcionan mal, sobre todo en las piernas, y que ya no transportan la sangre de forma eficaz y segura de vuelta al corazón. A menudo están retorcidas, abultadas y pueden ser visibles contra la superficie de la piel. La principal causa de las varices, y de muchas otras enfermedades venosas, es la mala circulación. Esto debilita las válvulas venosas y provoca un exceso de presión dentro de la vena.
¿Qué son las venas varicosas?
Las venas varicosas o varices son venas dilatadas, a menudo elevadas e hinchadas, de color azul, morado o rojo. Se forman debido a un mal funcionamiento de las válvulas de las venas que provoca un flujo sanguíneo deficiente, y pueden ser bastante dolorosas. Los tipos de varices que pueden necesitar tratamiento se dan con mayor frecuencia en las piernas, donde la sangre es bombeada constantemente en sentido vertical a través de válvulas unidireccionales. Cuando la enfermedad venosa progresa esas venas ahora dañadas acumulan sangre que no puede circular, lo que provoca una acumulación de presión, sangre estancada y un aumento de líquido en las piernas. Esto provoca calambres, pesadez y dolor en las piernas.
¿Cuáles son las causas de las venas varicosas?
Las venas varicosas, como cualquier síntoma de enfermedad venosa, pueden ser causadas por una multitud de factores tanto dentro como fuera de nuestro control. Los desequilibrios hormonales, las elecciones de estilo de vida, la predisposición genética y los viajes frecuentes pueden provocar la aparición de varices. Sin embargo, el principal culpable y mayor factor común es la mala circulación.
La sangre debe fluir en una sola dirección por todo el cuerpo, y las venas tienen válvulas protectoras que garantizan que se mantenga este flujo sanguíneo. Cuando la circulación se deteriora, como suele ocurrir en las piernas (que trabajan en contra de la fuerza de la gravedad que devuelve la sangre al corazón), estas válvulas pueden dañarse. El flujo sanguíneo en ambas direcciones empieza a distorsionar las venas, provocando abultamientos, torsiones y venas en forma de cordón, a menudo visibles, que sobresalen contra la superficie de la piel. A medida que las venas varicosas (también conocidas como varices) empeoran, los coágulos sanguíneos se convierten en una preocupación mayor y, en casos extremos, las úlceras venosas y las heridas abiertas pueden surgir de filtraciones de las paredes venosas. Cuidando la circulación, entre otros factores de riesgo, se puede ayudar a controlar y remediar la enfermedad y el mal funcionamiento de las varices.
¿Cuáles son los factores de riesgo de las venas varicosas?
Las venas varicosas pueden ser resultado de factores genéticos y / o de estilo de vida. Cualquier persona, independientemente de lo activa o inactiva que sea, puede desarrollar varices, y no siempre son visibles a simple vista, ya que síntomas como el dolor, la pesadez, la hinchazón y las piernas inquietas asociados a la enfermedad venosa pueden estar causados por venas dañadas bajo la superficie.
¿Usted...
¿Fuma?
¿Viaja con frecuencia y/o durante largos periodos en avión?
¿Lleva un estilo de vida sedentario?
¿Tiene antecedentes familiares de enfermedades venosas?
¿Toma anticonceptivos hormonales?
¿Tiene diabetes?
¿Está usted...
¿Embarazada o en período posparto?
¿Sobre los 50 años?
¿Diagnosticada/o con sobrepeso?
Cualquiera puede desarrollar varices y enfermedades venosas debido a factores hereditarios, factores de estrés laboral y estilo de vida. Las mujeres son mucho más propensas que los hombres a padecer varices, aunque los hombres constituyen un porcentaje significativo de los pacientes. De hecho, 2 de cada 3 mujeres y 1 de cada 3 hombres desarrollarán algún tipo de enfermedad venosa a lo largo de su vida. Factores como estar de pie todo el día, la edad, el embarazo y el aumento de peso son sólo algunas de las razones por las que ciertas personas padecen varices dolorosas.
¿Qué se puede hacer para tratar y prevenir las varices?
En nuestras clínicas de venas ofrecemos una amplia variedad de tratamientos de varices mínimamente invasivos aprobados por la FDA. Desde la ablación por radiofrecuencia (ARF) hasta la escleroterapia y la varithena, ¡Usted está cubierto! El tratamiento de venas varicosas está cubierto por la mayoría de los proveedores de seguros. Aceptamos más de 200 planes de seguro y estamos encantados de discutir los detalles directamente con su proveedor para garantizar que su experiencia sea lo menos estresante posible.
La prevención no es una vía al éxito científicamente probada, ya que muchos factores como la genética, los antecedentes familiares, el sexo/género e incluso el peso escapan a nuestro control. Sin embargo, hay algunos cambios en el estilo de vida que pueden disminuir el riesgo de desarrollar varices. Dejar de fumar, mantener un peso saludable, seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad (se ha demostrado que incluso el ejercicio ligero favorece un flujo sanguíneo saludable) pueden mejorar la circulación y reducir las probabilidades de que aparezcan varices. Llevar calcetines de compresión y elevar las piernas también mejora la circulación.
Si ha notado varices en sus piernas o le preocupa que se le desarrollen debido a su estilo de vida y/o antecedentes familiares, lo mejor es que acuda a un médico especialista en venas. La enfermedad venosa es progresiva, por lo que es mejor someterse a una revisión en cuanto note síntomas o signos visibles de varices. Si desea más información sobre las varices, programe una evaluación gratuita en una de nuestras convenientes clínicas de venas. Puede ponerse en contacto con nosotros en el 866-629-9848 con cualquier pregunta.
Preguntas y respuestas para romper los mitos sobre las venas varicosas
Las venas varicosas o varices (y otros síntomas de insuficiencia venosa crónica) empeorarán con el tiempo si no se tratan. Dado que la enfermedad venosa es de naturaleza progresiva, posponer el tratamiento con la esperanza de que las venas visibles desaparezcan por si solas puede terminar causando más daño a su cuerpo. Las varices no tratadas pueden provocar pérdida de movilidad, coágulos sanguíneos e incluso úlceras venosas (en casos graves). Las varices, debido a su mal funcionamiento, no pueden volver a la normalidad. Piense en ellas como en un hueso roto: para evitar que el hueso se cure de forma incorrecta, es necesario fijarlo. Para que su circulación vuelva a un estado saludable, la sangre deberá ser desviada de la vena enferma.
Aunque los pacientes pueden estar motivados a buscar tratamiento debido a la apariencia visible de las venas abultadas contra la piel, las venas varicosas se consideran una preocupación médica en lugar de una cosmética, ya que afectan el sistema circulatorio y pueden conducir a condiciones potencialmente mortales. La mayoría de los proveedores de seguros reconocen la importancia médica del tratamiento de las varices, por lo que la cobertura está disponible para más del 97% de nuestras opciones de tratamiento.
Lamentablemente, al igual que ocurre con las arañas vasculares, ningún tratamiento tópico en la superficie de la piel puede tratar el exterior o el interior de las venas enfermas. Las varices, aunque puedan abultarse contra la piel, están enterradas profundamente bajo capas de piel. Ninguna de las partículas de las cremas tensoras, los aceites esenciales o las agujas superficiales pueden penetrar hasta la profundidad de una vena. Es importante destacar que la causa de las varices es interna: El mal funcionamiento de las válvulas más allá de la pared venosa suele ser la causa de las varices. Tratar el interior de una vena requiere opciones de tratamiento mínimamente invasivas realizadas por especialistas en venas varicosas altamente cualificados y certificados. Las cremas tensoras, los productos con colágeno y los aceites astringentes sólo van a tratar su piel.
Los tratamientos de venas funcionan cerrando las venas enfermas, ¡solo que de diferentes maneras! Una vez cerradas, el flujo sanguíneo se redirige de forma natural a través de las venas sanas vecinas.
