Si ha estado investigando sobre las varices durante la gestación, es posible que haya leído nuestra publicación de blog Embarazo y Venas Varicosas, que contiene información importante sobre las venas varicosas durante el embarazo. En este artículo de seguimiento, profundizaremos en las causas y soluciones, explorando consejos para la prevención y los métodos de tratamiento. Esto es lo que puede esperar (y cómo manejarlo) cuando note venas varicosas durante su embarazo.
No está sola (De hecho, ¡Tiene más compañía de la que cree!)
Las varices son una condición común que muchas personas experimentan durante el embarazo, entre el 70 y el 80% de ellas las desarrollan a lo largo de la gestación. Factores como el aumento de peso y la genética desempeñan un papel importante en su formación. Las varices pueden desarrollarse en la mitad de todos los embarazos, y la probabilidad de que una persona experimente estas venas abultadas y dolorosas aumenta con cada embarazo posterior. Los síntomas suelen aparecer durante el primer trimestre, cuando el útero empieza a crecer y aumenta la presión en la región pélvica, lo que a su vez incrementa la presión en las extremidades inferiores.
La hinchazón de los tobillos y las venas visibles en las piernas son los signos más evidentes de problemas circulatorios. Las varices pueden hacerse más evidentes o alcanzar su máxima incomodidad durante el último trimestre, ya que la tensión corporal alcanza su punto máximo durante los tres o cuatro últimos meses de embarazo. Las venas dilatadas tienden a aparecer cuando el útero aumenta de tamaño, ejerciendo presión sobre la vena cava inferior (la vena más grande del cuerpo), que transfiere la sangre de los pies y las piernas de vuelta al corazón. Con la presión -ya sea por el aumento del volumen sanguíneo para compensar la placenta o por el aumento de peso durante el embarazo- las venas pueden empezar a abultarse. Esto puede hacer que las válvulas funcionen mal, interrumpiendo el flujo sanguíneo en una sola vía para pasar a un flujo en ambas direcciones dentro de la vena y, por ende, la sangre puede acumularse dando lugar a venas retorcidas y visibles de color azul púrpura.
Las varices son una afección hereditaria frecuente que puede agravarse con el embarazo, pero también pueden aparecer con picos o cambios hormonales, como un aumento de los niveles de progesterona. La progesterona en dosis elevadas puede debilitar las paredes venosas, lo que provoca un flujo sanguíneo deficiente y el abultamiento de las venas. Una persona produce más estrógenos durante el embarazo que durante toda su vida sin quedar embarazada. Esto supone una fuerte carga hormonal para el cuerpo y las venas.
Al ser de naturaleza hereditaria, no hay mucho que se pueda hacer para garantizar la prevención, pero la educación sobre el tema y las medidas preventivas pueden ayudar a disminuir la gravedad de los síntomas durante el embarazo.
La Buena Noticia
Aunque pueda parecer que las circunstancias están en su contra, lo más probable es que no haya motivos para preocuparse seriamente. Estas venas visibles, aunque alarmantes a la vista, no pueden dañar al feto, así que no se preocupe. En lo que respecta a su salud, hay más buenas noticias en el horizonte. Es muy probable que las varices que aparecen durante el embarazo desaparezcan por sí solas en los tres o cuatro meses siguientes al parto, al igual que las arañas vasculares que aparezcan durante el embarazo. Debe asegurarse de que su proveedor de atención médica esté al tanto de su aparición, por si estuvieran relacionadas con alguna otra afección, pero es probable que sean el resultado de los cambios de su cuerpo. Es importante que vigile las zonas en las que puede haber desarrollado varices, como los muslos, las pantorrillas, la vulva o el recto (lo que se conoce comúnmente como hemorroides); si estas venas abultadas o descoloridas persisten durante más de cuatro meses, sería prudente consultar a un especialista en venas para corregir su mal funcionamiento.
¿Por qué ahora?
Incluso las personas que gozan de "salud perfecta" pueden sufrir varices durante el embarazo. Las varices están relacionadas con una serie de cambios que se producen durante el embarazo, como los siguientes:
- Un aumento del volumen sanguíneo para alimentar la placenta. Este aumento de volumen agranda las venas.
- Aumento de peso excesivo a medida que el feto crece, lo que ejerce tensión y presión sobre las extremidades inferiores.
- Cambios hormonales (concretamente la progesterona) que disminuyen el flujo de sangre al corazón, provocando que las venas más pequeñas de la pelvis y las piernas se hinchen.
Estos aspectos, como habrá podido notar, escapan en gran medida de su control. Por lo tanto, la única forma de hacer frente a estos problemas es manejarlos a medida que surgen o practicar métodos para mejorar la circulación. Tenemos consejos y trucos que pueden ayudarle a tolerar sus varices o a reducir su gravedad por completo.
Qué hacer y que no hacer
Afortunadamente, hay soluciones rápidas que pueden ayudarla a controlar sus varices, y todas son relativamente fáciles de incorporar a su apretada agenda. Siguiendo estas pautas básicas, sus venas deberían experimentar menos presión y ser menos propensas a abultarse y hacerse visibles.
Evite sentarse o pararse en la misma posición durante largos períodos de tiempo. Este estancamiento hace que las venas trabajen más duro para mantener un flujo constante de sangre hacia el corazón, lo que puede resultar en venas varicosas hinchadas. Puede notar que sus hemorroides y varices vulvares se vuelven más dolorosas si permanece sentada muchas horas.
Mantener una actividad física regular y ligera. Un vientre en crecimiento puede causar un aumento de la fatiga, pero unos ejercicios simples ayudarán a mejorar la circulación sanguínea a medida que los músculos se contraen. Pruebe opciones de bajo impacto como nadar, caminar y el yoga. ¡Una simple elevación de las pantorrillas y hacer estocadas o zancadas también son soluciones rápidas!
Pregúntele a su médico sobre el aumento de peso objetivo. Mantenerse dentro de los límites de peso recomendados por su ginecólogo obstetra es una buena forma de controlar el exceso de presión sobre sus venas. El sobrepeso, más allá de lo que su médico haya indicado como saludable durante su embarazo, supone una mayor exigencia para su sistema circulatorio. Consulte directamente a su médico para obtener recomendaciones específicas para su caso.
Cuide su ingesta de vitaminas. Unas venas sanas y una dieta equilibrada van de la mano, sobre todo durante el embarazo. Los alimentos con vitamina C ayudan al organismo a producir colágeno y elastina, que contribuyen a mantener la vitalidad de los vasos sanguíneos y las paredes de las venas.
¡Manténgase cómoda! Evite llevar ropa ajustada o restrictiva, ya que puede impedir el flujo sanguíneo. (¡Razón de más para quedarse en pijama!)
Duerma sobre su lado izquierdo. Esto alivia la presión sobre los vasos sanguíneos principales, mejorando la circulación.
Evite las actividades extenuantes. Tener un bebé ya es bastante trabajo, así que, de momento, deje para otros el levantamiento de objetos pesados o las actividades que fuercen sus músculos. Incluso el esfuerzo al ir al baño puede ejercer presión sobre las venas, por lo tanto, asegúrese de tomar alimentos ricos en fibra y hable con su ginecólogo obstetra si tiene dificultades para ir al baño a fin de controlar las hemorroides.
Use medias de compresión y eleve las piernas para controlar la hinchazón. Los edemas y la mala circulación dañan las paredes de las venas. Eleve los pies y presione la hinchazón para mejorar el flujo sanguíneo de regreso a su corazón.
¿Cuál es la conclusión?
Desafortunadamente, dado que gran parte del desarrollo de las venas varicosas está fuera de su control, no existe un método científico para evitar que las varices aparezcan durante el embarazo. Sin embargo, ser consciente de las opciones de estilo de vida y las mejores prácticas puede ayudar a mantener o prevenir el empeoramiento de las varices. Probablemente las venas varicosas le parezcan poco atractivas, incómodas, dolorosas o le piquen, pero es muy poco probable que supongan una amenaza para usted o su bebé. Es importante recordar que, al igual que las estrías, las varices suelen ser hereditarias, y es más probable que las padezca si sus padres o abuelos las tuvieron. También es más fácil que le aparezcan varices si tiene más de un embarazo o si está embarazada de varios bebés. Lo más importante que puede hacer es vigilar sus síntomas, sobre todo en los meses posteriores al parto. Si las varices no han disminuido después de cuatro meses, es hora de llamar a un especialista en venas para evaluar sus opciones de tratamiento.
No recomendamos el tratamiento durante el embarazo, pero antes y después del embarazo es perfectamente seguro programar tratamientos de eliminación de venas varicosas en una clínica de venas cerca de usted. Nuestros médicos certificados y especialistas en venas en Nueva York, Nueva Jersey, Michigan y Connecticut, ofrecen una variedad de terapias venosas mínimamente invasivas que requieren un tiempo de inactividad mínimo; perfecto para el estilo de vida ocupado y exigente de los nuevos padres o padres de varios hijos. El tratamiento es rápido y prácticamente indoloro. Usted no tiene que vivir con varices persistentes después de su embarazo. Estamos aquí para ayudarle.
Y lo más importante, ¡Felicidades!
Metro Vein Centers
Información confiable de los médicos especialistas en venas, certificados y acreditados a nivel nacional, de Metro Vein Centers.
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